* Solicitud trasmitida por parte del Presidente Constitucional de la Republica Rafael Correa Delgado, oficio T.4980-SNJ-13-719 enviada con fecha 23 de agosto de 2013 a la Señora Gabriela Rivadeneira Burbano, Presidenta de la Asamblea Nacional.
La selva es un espacio que se va limitando y destruyendo, dependiendo del escrito que lo legitime. Mapas y vistas aéreas de “la zona” nos dan muestra de estos cambios. Las máquinas van transformando a la cultura en un souvenir más, mientras otros intentan contactar a los famosos “pueblos en aislamiento voluntario”. Los límites irrumpen el espacio y nacen preguntas sobre contexto, pero las respuestas las dan personas ajenas al problema. Huellas de contacto aparecen y analogías con el otro se suscitan.
Antecendentes conceptuales
Desde la concepción misma de la palabra intangible, que es un adjetivo que califica todo aquello que no tiene una presencia física, lo que no puede -o debe- ser tocado jamás, nace un sinfín de dudas y de absurdos. ¿Puede? ¿Debe? ¿Quién decide esto? ¿Se decide? ¿Se decreta?
En economía, intangible es un calificativo de todo aquello que no tiene una presencia corpórea o física, y que no está destinado por la empresa para su venta. ¿Se vende lo intangible?
La delimitación de áreas y recursos traen consigo, varios problemas y repercusiones por lo que no deberían responder a postulados arbitrarios desarrollados sin siquiera el conocimiento de los reales dueños de dicho espacio.
El factor que más ha retumbado en mi cabeza como medio de fundamentación conceptual ha sido el hecho de la limitación, ya sea ésta con “buenas” o “malas” intenciones, me resulta muy fuerte el hecho de que se prohíban cosas por medio de un papel y solo se exija el respetarlo a determinadas personas. El uso y desuso de territorios se lo ha manejado en la clandestinidad, tal es así que se maneja la información con respecto a esta Zona con sumo cuidado ya que existen muchos intereses de por medio.
La limitación como tal, lo que produce es la reducción de posibilidades o desarrollo de algo, pero ¿limitación para quién? No debemos pensar solamente en los individuos, recursos, territorios, beneficios, etc. que se hallan dentro de esta limitada zona y a los cuales se anhela preservar, sino que además debemos pensar en quienes desde el inicio han vivido en un desconocimiento total de fronteras (los otros) y cómo esto repercutirá en su cotidianidad. Los llamo “los otros” ya que así han sido tratados desde siempre, como entes ajenos a nuestra realidad y que incluso hemos osado llamar pueblos en aislamiento voluntario.
Es así que partiendo de esa “voluntad de aislamiento” y de esa arbitraria limitación, surge mi obra como respuesta metafórica a estos dos factores de vital importancia.
Mi propuesta se plantea como una indagación sobre la repercusión que representa el “simple” hecho de limitar y transgredir el espacio de otro.